El termino Slice of life rara vez es tan bien aplicado como en Tamayura, de un ritmo calmado y centrado mas en sus personajes que en la comedia de gags y fanservice, esta estructura tiene sus meritos dependiendo del caso como el estudio y producción trabajen pero en caso de Tamayura permite que alcance picos mas altos con mas frecuencia. La historia nos cuenta que una amante de la fotografía vuelve a su ciudad natal después de años de la muerte de su padre, este punto es usado para nostalgia y referencia de lo que Potte va aprendiendo, nunca mencionado con tristeza y angustia, el ambiente y la ciudad son muy pacíficos siendo típicos de ciudades pequeñas donde los habitantes son cordiales y todos se conocen, La ventaja que Tamayura tuvo fue el director Junichi Sato, cuyas mejores obras son Kaleido Star y Strange Dawn, siendo mas conocido por Aria, sus obras tienen una magia característica que pocos directores poseen individualmente, se nota las semejanzas con Aria por la presencia de Momoneko-sama y que sea una ciudad cercana al agua, asi como las muecas y el aprendizaje de sus personajes. Al final, Potte, Kaoru, Norie e Maon están muy bien caracterizadas, eso significa básicamente que se reconocería de ser de esta serie La mejor desarrollada fue Maon recibiendo mucho tiempo para lo que inicialmente se pensaría por su arquetipo de chica tímida pero muy sociable y soñadora, teniendo ese rasgo de silbar sus emociones, ella es el pilar indicando que las cuatro protagonistas se conocieron en el pasado, hecho olvidado dando cierto tono trágico en la obra, ya que mientras Kaoru cree que estarán juntas para siempre, Potte admite que en algún momento irán por caminos separados y por eso desea guardar recuerdos mostrando esos aspectos habituales de la vida que expectativas salen de nuestra mano, en sucesos menores como el sueño de Maon de presentarse en un escenario cumpliéndose temprano, que Kaoru note que sus amigas tienen un objetivo mientras ella no, entre otras, en ningún momento llegan a causar drama intenso al punto de un lloro entre niñas de primaria ser el punto alto de angustia que la serie alcanza. El reparto de personajes secundario es agradable y tambien muy bien caracterizados, destacándose al payaso de Daigo-sensei, siempre muy entusiasta y entrometido, semejante a Sayami, la Nee-chan de Kaoru pero esta siendo mucho mas aventurera y arrastrando al grupo a sus locuras, ella crea una relación tan estrecha con Potte al punto de verla como una hermana. En menor medida esta Komachi, la chiquilla engreída y desafiante en ese semi triangulo amoroso que hace con Norie por el desapercibido de Kou, que como todo, no es llevado en serio por obvias razones.
Pero el ambiente alegre tiene su desventaja y es que además de verse utópico esta que limita la diversidad de emociones e impacto, repitiendo actos como las chicas sentarse a comer, otra obra reciente de Junichi, Ikoku Meiro tenía tambien una protagonista encantadora mismo asi permitiendo drama y disgustos, la diferencias son que Ikoku provenia de un manga e Tamayura es un proyecto original, Ikoku trataba sobre diferencias culturales mientras Tamayura e crecimiento de sus personajes, siendo que en 12 episodios recogieron un año de manera bastante realista, sin los típicos adornos que tendrán grandes fechas no quitando la sinceridad de sus sentimientos, Tambien es muy independiente de su anterior serie de ovas teniendo ciertas libertadas en los personajes centrados y que detalles dejar de lados como es la afición de Kaoru por aromas , asi tambien la inclusión de Chihiro que era marco de referencia de la vida del año anterior de Potte . La animación es muy deslumbrante, en el episodio 3 gana una fluida muy fina haciendo el ambiente muy acogedor, eso sumándose a que tienen mucho sentido de detalle ya que con excepción del uniforme escolar, las chicas visten ropas diferentes diariamente, y el hecho de Potte siempre sacar fotos le da mucho frescor, y en varios episodios el ambiente es tan bueno dando impresión de final mismo siendo intermedios, la música tambien es tranquila y aunque no muy intensa es perfecta para todos los momentos que la serie crea. Es una obra que aconsejaría ver después de película emoticoides por el sabor de felicidad calmada. En todo caso, será un 75/100 hasta que los nuevos vientos de Junichi soplen.